Las cajas escritorio, independientemente de su carácter funcional, poco a poco van siendo también un reflejo del gusto y el estilo de sus propietarios. A partir de finales de este siglo XVII y hasta casi el siglo XX, las cajas escritorio están presentes en todas las expediciones militares, los viajes y las bibliotecas de las principales casas de la era Victoriana. En ellas se redactó la correspondencia, se firmaron contratos, tratados de paz y algunas de las principales obras de literatura que son clásicos en nuestros días.
Cajas escritorio hasta 1780
Las cajas de escritorio hasta las dos últimas décadas del siglo XVIII, se limitan a escribanías portátiles y Cajas de Biblia. Se trataba de cajas rectangulares con la tapa inclinada que podía ser utilizada como atril. Generalmente eran de madera de roble macizo, lo que permitía que muchos de ellos estuvieran tallados.
A finales de este periodo comienzan a realizarse los tipos de escritorio que se popularizarían décadas después. Las tapas comienzan a estar menos inclinadas que en las Cajas de Biblia y aparecen en algunos escritorios los cajones laterales para contener documentos y papel y los espacios para contener tinta y arena.
Cajas escritorio en las dos últimas décadas del siglo XVIII
A partir de las últimas décadas del siglo XVIII, comienzan a hacerse necesarios escritorios preparados para largos viajes. Estamos en la época de la independencia americana, la revolución francesa y el inicio de las guerras napoleónicas. Es una nueva época de libertades y conocimiento, en la que se generalizan los viajes y también una época de guerras en las que los oficiales del ejército necesitan sus propios escritorios en las campañas militares. Nace el interés por las excavaciones arqueológicas en Europa y el Norte de África y los libros y la escritura llegan a mucha más gente. Hay un gran impulso del pensamiento científico.
En Inglaterra se extiende el gusto por el “Grand Tour”, un viaje que realizaban durante meses o incluso años los jóvenes ingleses de clase media-alta y que se generalizó en el siglo XIX. Se consideraba una etapa educativa y de esparcimiento antes de la edad adulta y del matrimonio. Su valor residía en el conocimiento del arte clásico y en el contacto con el resto de la sociedad aristocrática del continente. El recorrido era muy variado pero incluían Francia e Italia (Turín, Milán, Venecia, La Toscana y Nápoles) como destinos obligatorios. También era frecuente que el viaje incluyera Suiza, Austria, los Paises Bajos y Alemania. Con el Romanticismo se popularizaron las visitas al sur de España y sobre todo a Grecia, donde viajeros como Lord Byron apoyaron con su vida la causa de la independencia griega frente al Imperio Otomano.
Inglaterra comienza en China y en la India una gran colonización que atrae a gentes en busca de negocio y oportunidades de comercio. Los buques ingleses dominan todos los océanos.
Los viajes son largos y extenuantes por tierra y por mar. Las cajas deben ser fuertes y compactas para soportar los vaivenes y los golpes. Las tapas, para facilitar el transporte se hacen planas y nace uno de los tipos más populares de escritorios: los escritorios de campaña.
Las características típicas de los escritorios de esta época son:
Cajas de escritorio excepcionales
Estas cajas, en cuanto a la composición y el estilo son iguales que las descritas anteriormente pero introducían modificaciones para prestar servicios auxiliares a sus propietarios.
1. Un tipo de caja
escritorio incorporan artículos personales que sus propietarios requieren en
sus viajes, es decir, el afeitado y contenedores generales de higiene.
2. Otros tipos
incorporan una máquina para la impresión. Esto comprende un cilindro de latón
macizo, que se activa por un mango sobre una superficie deslizante, lo que
permite la copia rápida de mapas, despachos, etc.
3. Cajas escritorio de capitán del buque. Mecánicamente la más compleja e intrigante de todas estas cajas. Cada una parece diferir en su disposición de compartimentos secretos y cajones. A menudo hay espacios para candelabros y un soporte de lectura. Su característica más singular es que tienen un mecanismo que les permite ser atornillada, logrando así una cierta estabilidad en los mares tormentosos
4. cajas con
apertura de triple escritura. Estas se hicieron para abrir en dos direcciones,
una hacia arriba y la otra hacia abajo. La parte del centro se abre hacia abajo
formando las dos partes de la caja escritorio normal. La parte superior se abre
como una tapa en posición vertical con una cubierta de cuero adjunta de
contenedores y, a veces "bolsas" de notas, etc, incluso a veces se
abre para la posición de escribir.
Estos cuatro tipos de escritorio
son raros.
En general, éste tipo de cajas se siguieron fabricando y utilizando hasta bien entrado el siglo XIX.
Cajas escritorio de 1800 a 1830
Este periodo se conoce como el periodo de Regencia.
Se siguieron realizando cajas de escritura rectangulares de madera de caoba con pocas modificaciones respecto al periodo anterior. Las asas tendían a incrustarse y las chapas protectoras se hacían con formas más complejas.
En esta época, hay una superposición de estilos, entre el anterior y Regencia en el que las características de la caja dependía mucho de los gustos del cliente.
Las cajas dejan de ser de caoba maciza. Se realizan en caoba de baja calidad y después se chapean con caoba de alta belleza, palo de rosa o kingwood preferentemente. Estas chapas son seleccionadas buscando las de mayor belleza y vistosidad. Las superficies eran extremadamente pulidas.
La superficie de escritura fue cubierta de terciopelo o cuero y el interior de las cajas a veces también estaba pulido. Los cajones secretos son muy frecuentes.
Poco a poco, las características militares, como las manijas y bordes de bronce, van desapareciendo y dejan lugar a elementos más ornamentales. Se utiliza el latón para realizar adornos circulares o en forma de escudos. En cajas más ambiciosamente adornadas se hicieron bordes de guirnaldas florales.
Otro de los elementos decorativos que comienzan a utilizarse a partir de la segunda década del siglo XIX es el nácar (también llamado madreperla), generalmente con motivos florales en las esquinas de la tapa y en los bordes de la tapa y los laterales así como en la parte de la cerradura. Este material se utilizaba preferentemente en cajas de palo de rosa y de nogal por el contraste de colores con éstas maderas. Con menor frecuencia se encuentran motivos de nácar de aves o animales.
También se utilizan líneas de metal incrustado alrededor de la caja, generalmente cuando estuviera previsto que ésta fuera a ser encadenada para su transporte.
Las cajas con círculos de nácar (madreperla) y líneas de metal incrustado comienzan a aparecer en la década de 1820 y se siguen realizando durante varias décadas más en las que cada vez se van haciendo más delgadas las incrustaciones.
Durante este periodo también se utiliza el tejo para recubrir las cajas o las maderas de frutales con marquetería.
Características de las cajas escritorio de principio del siglo XIX:
Hay tres tipos de cajas escritorio también característicos de esta etapa de Regencia:
Cajas de escritorio desde 1830 hasta 1900
Inglaterra en este periodo se había transformado totalmente en una sociedad industrial. La transformación social en las últimas décadas había sido enorme debido fundamentalmente a una profunda reforma agraria, las invenciones mecánicas y la expansión del comercio exterior.
En la década de 1830/1840, la fabricación de cajas fue un reflejo de las décadas anteriores. Las incrustaciones de nácar y un más delgado latón habían sustituido definitivamente al bronce. Las cajas estaban chapeadas en una combinación de palo de rosa y arce. Las creaciones florales en las incrustaciones seguían realizándose pero la marquetería de estilo neoclásico ya no estaba de moda.
A mediados de siglo, las cajas más populares eran una adaptación de la versión anterior de la caja militar. Más ligera que las de décadas anteriores, tanto en el estilo como en la construcción, sus características principales son: